3 marzo 2023
Con el frío intenso, es frecuente sufrir dolor de garganta. Esta afección no es una enfermedad en sí misma, sino que es un síntoma de alerta, un aviso de que algo no está funcionando bien en la faringe.
¿Por qué duele la garganta?
Como decíamos, el dolor de garganta no es una enfermedad, sino que es un síntoma. Es decir, es una señal de alerta que nos avisa de que algo no funciona bien en la zona de la faringe, que es una estructura que se encuentra en el fondo de la boca y la cavidad nasal. La faringe es un tubo que está abierto por delante y que tiene una doble función:
- Función respiratoria: pasa el aire que viene de la nariz y va hacia los pulmones.
- Función de paso de los alimentos que vienen de la boca y van hacia el estómago. Es, por tanto, una zona muy sensible que debe ser capaz de digerirlos.
Cuando duele es que existe alguna patología o algún proceso que irrita, inflama o daña esta zona. Debemos conocer, pues, cuál es el origen del dolor.
Factores que pueden causar dolor de garganta
El dolor de garganta lo pueden causar diferentes tipos de factores, como procesos inflamatorios o infecciosos, heridas que se han generado en este territorio, o tumores. También puede haber dolores extrínsecos, es decir, que se producen alrededor de la zona y que, al tragar alimentos, se notan como daños propios de la garganta. Cada uno de estos factores tiene unas patologías o causas que generan dolor.
¿De qué enfermedades puede ser síntoma el dolor de garganta?
Desde pequeñas molestias, como puede ser un picor que provoca tos, hasta dolores muy intensos que pueden hacer, incluso, que no podamos tragar nada.
Como procesos inflamatorios podríamos encontrar los siguientes ejemplos:
- Sequedad faríngea, propia de personas que respiran habitualmente por la boca.
- Procesos irritativos, como el reflujo gastroesofágico: son subidas de ácido del estómago que, como es ácido clorhídrico, quema el cuello que no está preparado para aguantarlo.
- El tabaco también es una de las principales causas: es un elemento irritante que, al pasar continuamente, hace que se hinche.
Como procesos infecciosos, las más típicas serían:
- Las amigdalitis, que habitualmente van acompañadas de fiebre, con placas pultáceas (blanquecinas) en el fondo de la faringe. En un grado más grave, puede convertirse en un absceso periamigdalino, en el que se forma una bolsa de pus detrás de las amígdalas y que requiere tratamientos más agresivos.
- Otra patología de mayor importancia de la que también puede ser síntoma es la epiglotitis, que se produce en la entrada de la laringe y que puede provocar incluso una sensación de asfixia y ahogo.
También existen las quemaduras que se pueden provocar en la faringe al ingerir alimentos o vapores muy calientes y a raíz de las cuales, durante unos días, sentiremos este dolor en el momento de engullir.
Finalmente, los dolores extrínsecos antes mencionados, pueden producirse en la estructura muscular alrededor de la faringe que sujeta la cabeza, por una inflamación de algún cartílago articular de la laringe, o de las vértebras. Esto hace que nos haga daño al tragar y que lo identifiquemos como dolor de garganta.
Como enfermedades más graves encontramos los tumores que pueden originarse sobre todo en personas fumadoras y bebedoras. Estos tumores pueden provocar un dolor al tragar alimentos que vaya aumentando a lo largo del tiempo o, en los casos más graves, una dificultad para tragar o incluso un bloqueo completo de la deglución.
¿Cómo podemos tratar el dolor de garganta?
Depende de si es un dolor progresivo o es un dolor agudo. En principio, si es un dolor agudo, habría que empezar con analgésicos, con calmantes como el paracetamol o el ibuprofeno, que calmarían el dolor al momento. Lo importante es que, en caso de que un dolor persiste durante unos días, se consulte al médico de cabecera o al otorrinolaringólogo para establecer la causa. El especialista que corresponda dictará el tratamiento para intentar resolverlo.