7 febrero 2025
La irrupción de la digitalización y la inteligencia artificial (IA) en la Justicia ha dejado de ser una cuestión teórica para convertirse en una realidad ineludible de nuestro tiempo. Como joven abogado que se inicia en esta apasionante y exigente profesión, es probable que observes con una mezcla de admiración y vértigo los avances tecnológicos que están transformando la manera en que entendemos y aplicamos el Derecho. A continuación, te ofrecemos algunas reflexiones sobre los retos y oportunidades que esto plantea, recordándote siempre que, por más que cambien los medios, la esencia de la Justicia sigue siendo profundamente humana.
Justicia y tecnología: herramientas complementarias, no sustitutas
La digitalización judicial ha llegado para quedarse, y con ella se han abierto nuevas vías para mejorar la eficiencia, la transparencia y la accesibilidad en los procesos judiciales. La implantación del expediente digital, las videoconferencias para celebrar vistas o las herramientas que permiten gestionar ingentes volúmenes de información son solo algunos ejemplos de los avances que están transformando los tribunales. Estas herramientas reducen la burocracia y eliminan retrasos innecesarios, permitiéndote, como abogado, centrarte más en tu tarea esencial: razonar, argumentar y ofrecer soluciones jurídicas sólidas.
Sin embargo, es crucial que comprendas desde el principio que la Justicia no es solo una cuestión técnica. No basta con gestionar datos y aplicar procedimientos; el Derecho exige comprensión, sensibilidad y empatía. Por mucho que la tecnología agilice procesos, nunca podrá sustituir la capacidad humana de interpretar las particularidades de cada caso o de captar el sufrimiento y las emociones que laten detrás de un conflicto judicial. Tu papel será mucho más que operar con herramientas digitales; serás la voz y el defensor de quienes confían en ti para hacer valer sus derechos.
La inteligencia artificial: innovación con responsabilidad
El impacto de la inteligencia artificial en el ámbito jurídico es incuestionable. Herramientas que analizan patrones, predicen probabilidades o generan borradores de documentos legales están transformando tareas que antes requerían largas horas de trabajo. Sin embargo, como joven abogado, es vital que adoptes una actitud crítica y reflexiva ante estas innovaciones.
La IA es una poderosa herramienta de apoyo, pero también tiene limitaciones. Las decisiones judiciales no pueden delegarse a un algoritmo, por mucho que este sea capaz de procesar grandes volúmenes de datos con rapidez. La Justicia no se reduce a estadísticas; requiere un análisis que incorpore valores fundamentales como la equidad, la proporcionalidad y la dignidad humana.
Además, la opacidad de algunos sistemas de IA plantea preguntas fundamentales. ¿Cómo garantizar que un algoritmo no perpetúe prejuicios sociales o genere decisiones discriminatorias? ¿Cómo asegurar que sus recomendaciones respeten los principios básicos de igualdad y justicia? Como jurista, será tu responsabilidad exigir transparencia, evaluar los riesgos y garantizar que la tecnología se utilice siempre de forma ética y responsable. La IA puede ser una aliada, pero nunca debe comprometer los valores esenciales del Derecho.
El juicio oral: la irremplazable esencia humana
En nuestra tradición jurídica, el juicio oral no es solo un trámite, sino el núcleo de la actividad judicial. Es en este espacio donde se manifiesta la verdadera esencia de la Justicia. La interacción humana en sala –el testimonio de una víctima, la actitud de un testigo, el tono de un abogado o el gesto de un acusado— aporta elementos que ninguna tecnología puede captar ni valorar.
Para ti, como joven abogado, el juicio oral será mucho más que una prueba profesional. Será el lugar donde descubras la importancia de la persuasión, la capacidad de leer las emociones en la sala y la habilidad de adaptar tus argumentos en tiempo real. La digitalización puede facilitar la gestión del procedimiento, pero nunca podrá sustituir el poder de un argumento bien construido ni la conexión que se establece entre las personas en el ejercicio del Derecho.
Tu rol en la Justicia del futuro
La digitalización y la inteligencia artificial son herramientas que pueden potenciar tu capacidad de servir a la Justicia, pero recuerda siempre que las máquinas no piensan, no sienten ni razonan. Esa labor recae sobre ti. Eres tú quien debe asegurarse de que la tecnología sea una aliada, no un fin en sí misma.
En un mundo donde la tecnología avanza con rapidez, tu misión será mantener el equilibrio. Adoptarás las innovaciones que mejoren la eficiencia, pero nunca a costa de los principios éticos que guían nuestra profesión. El Derecho no es solo un conjunto de normas; es una disciplina profundamente humana que tiene como fin último garantizar la convivencia en libertad e igualdad.
La tecnología, por avanzada que sea, no puede comprender el dolor de una víctima ni apreciar las circunstancias únicas que rodean a cada caso. Solo tú, con tu formación, tus valores y tu compromiso, podrás garantizar que el uso de estas herramientas respete la esencia de la Justicia y contribuya a su objetivo fundamental: proteger los derechos y libertades de las personas.
Un futuro repleto de retos y oportunidades
Estás llamado a ser testigo de una transformación sin precedentes en el ámbito jurídico. La digitalización y la IA te brindan herramientas que te harán más eficaz, más rápido y más preciso. Pero no olvides nunca que lo que realmente importa en nuestra profesión no es la tecnología, sino las personas.
En la Justicia, las máquinas pueden procesar datos y automatizar tareas, pero la última palabra siempre será humana. Tu capacidad para interpretar, razonar y conectar con los demás será lo que marque la diferencia. Por tanto, te animo a abrazar la digitalización con espíritu crítico, manteniendo siempre los principios éticos y la pasión que hacen del Derecho una profesión imprescindible para el progreso de nuestra sociedad.
Recuerda que los avances tecnológicos son solo medios, pero la esencia de la Justicia reside en ti, en tu compromiso y en tu humanidad. El futuro que se abre ante ti es prometedor. Aprovecha las herramientas del presente para construir una abogacía que combine eficiencia, rigor y, sobre todo, humanidad. Porque, al final, la Justicia nunca será obra de máquinas; siempre será una tarea humana.
Autor: Alberto Cabello Massegosa
Socio director del despacho AC&VM Abogados.
Profesor del máster de acceso a la abogacía con las especialidades en habilidades del abogado eficaz, soft skills, deontología y colegiación.
Presidente de la Confederación Española de la Abogacía Joven.
